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Su nombre era Inés Gonxha Bojaxhiu, natural de Albania. Fue la Fundadora de las Hermanas de la Caridad en 1950 y de los Hermanos de la Caridad en 1963 y signo de amor heroico entre los pobres, a quienes entregó la plenitud de su vida. Se la conoció como madre Teresa de Calcuta por haber trabajado en esta región de la India, aunque su Instituto se extendió por multitud de países en los últimos años de su existencia, impulsado por la gran fama mundial que los medios de comunicación social la facilitaron.
Este Instituto quedó a su muerte organizado en ocho secciones con el común denominador de la entrega a los más pobres entre los pobres.
- Hermanas activas de la caridad
- Hermanas contemplativas
- Hermanos de la Caridad
- Hermanos contemplativos.
- Hermanos y Padres Misioneros de la Caridad.
- Misioneros laicos de la caridad.
- Colaboradores de la Caridad
- Voluntarios y colaboradores enfermos y dolientes
Teresa nació en 1910, el 26 de Agosto, en Skopje, capital de la entonces zona turca de Macedonia. Su nombre era Inés Gonxha Bojaxhiu. Sus padres eran albaneses. Vivían con desahogo, pues el cabeza del hogar era arquitecto y dueño de una fábrica. Tuvo dos hermanas y un hermano.
En 1920 murió el padre. En 1922 ya frecuentó la escuela local, que no era católica, y sintió el deseo de ayudar a los más necesitados. En 1925 comenzó su colaboración con las misiones, en relación con los jesuitas. En 1928 su madre la autorizó a ingresar religiosa misionera y entró en la Congregación de Hermanas de Ntra. Sra. de Loreto, en Rathfarnham, Irlanda. Hizo el Postulantado y en 1929 fue a la India para hacer el Noviciado y recibió el nombre de Teresa. Estudió Magisterio y en 1931 hizo su profesión religiosa. Enseñó Geografía en el St. Mary's Haigh School, en Calcuta.
Animó por entonces grupos de la congregación colegial de Santa Ana y aprendió el hindi y el bengalí. Fue designada Directora de estudios y Directora del Centro, cargo que ejerció durante varios años. Enferma de tuberculosis, fue en enviada a Daarjeling, cerca de Himalaya, para reponerse.
En 1946, en un viaje a Darjeeling, sintió una llamada interior a socorrer a los moribundos de las calles de Calcuta. Solicitó vivir fuera de la Congregación para dedicarse a esta labor.
En 1947 el Arzobispo de Calcuta. Mns. Fernando Periers, la concedió la "exclaustración" para dedicarse a las tareas de los más pobres. Siguió un curso intensivo de enfermera, en las Misioneras de Patma. En 1948 Pío XII la autorizó a dejar la Congregación de Loreto y quedó bajo la dependencia del Arzobispo de Calcuta. Con varias compañeras y alumnas inició una escuela para niñas pobres. En 1949 adoptó la nacionalidad india. Un bienhechor, el europeo M. Gómez, ofreció un albergue. En el inicio su nueva familia religiosa
En 1950 recibió la aprobación de Roma para su Congregación de "Misioneras de la Caridad", que se dedicó a recoger moribundos y abandonados leprosos. Eligió como hábito el sarí blanco y azul de las mujeres pobres de la India.
En 1952 inició el hogar de Nirmal Hridaya (Casa de los moribundos), cerca del templo de la Diosa Kali. En 1960 eran ya 25 los Asilos abiertos en la India.
En 1965 abrió la primera Casa fuera de la India, en Corocote, Venezuela. Siguieron afluyendo vocaciones de diversas procedencias y la obra se extendió por diversos lugares del mundo, sobre todo en localidades de la India. Pronto inició el grupo de varones de la Sociedad. Lo llamó Hermanos de la Caridad, iniciando la obra el jesuita Hno. Andrew, que se integró en la Congregación.
En 1968 abrió la primera casa en Africa, en Tanzania, Taborra. En este mismo año se abrió la Casa de Roma.
En 1971 Pablo VI concedió a Madre Teresa el Premio de la Paz Juan XXIII. Abrió ese año dos casa en BenglaDesh, en Dacca y en Khulna y envió a cinco religiosas a Harlem, en Nueva York. En 1972 recibió el premio Nheru, en Nueva Delhi, y dedicó su importe a los pobres de la localidad.
En 1975, al celebrar el XXV aniversario de la fundación, el Instituto tenía 90 casas, 30 de ellas fuera de la India. Las religiosas pasaban ya el millar.
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En 1976 inició la Obra de las Colabodoras en España y estableció en Nueva York la tercera rama contemplativa de la Congregación, las llamadas "Hermanas de la Palabra".
En 1979 se la concedió el Premio Nóbel de la Paz. Acudió a Oslo a recogerlo para sus pobres. No asistió a la cena de Gala y pidió el importe de esa cena para los pobres de India.
En 1980 viajó a España con cuatro Hermanas para abrir la primera casa en este país, en Madrid. Luego abrió otra casa de Barcelona. Este año recibió el Bharat Ratna, la condecoración más elevada de la India.
En 1983 sufrió el primer ataque cardíaco, que debilitó su salud notablemente.
En 1985 estableció en Nueva York el Hospital para enfermos de Sida. En 1986 recibió en Calcuta la visita de Juan Pablo II, en su Casa de Acogida para moribundos. Visitó Cuba y obtuvo de Fidel Castro el abrir una casa en la Isla.
En 1987 Juan Pablo II bendijo la Casa de mendigos que se abrió en los locales cedido por el Vaticano. En 1988 se establecen las Hermanas de la Caridad en Rusia.
En 1989 se agravó su enfermedad cardíaca y se la implantó un marcapasos. Presentó la dimisión de su cargo de Superiora, que el Vaticano aceptó en 1990. Pero en el Capítulo de Septiembre de este mismo año, se la reeligió de forma unánime por las Hermanas.
En 1991 viajó a México y California y volvió por primera vez a Albania y abrió la casa en Tirana. En este momento eran ya 168 las casas de la India y otro centenar fuera de la nación.
En 1997 logró que la reemplazara como Superiora General la Hna. Nirmala, de nacionalidad india. El 5 de Septiembre falleció de una crisis cardíaca en la casa Central de Calcuta. Los testimonios de condolencia de todos los países reflejaron su resonancia mundial. Dejaba unos 500 centros atendidos por la Congregación con unas 5.000 religiosas. Sus funerales revistieron una solemnidad oficial inusitada. Entre sus escritos quedaban "Cartas" y "Alocuciones diversas".
El domingo 19 de octubre de 2003 Juan Pablo II celebró la Eucaristía en la Plaza de San Pedro y la proclamó Beata. A los peregrinos se les repartió este texto escrito por la misma Teresa de Calcuta: "De sangre soy albanesa, de ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús".
Teresa de Calcuta fue una mujer singular. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, decidida y sacrificada, fue el emblema en las postrimerías del siglo XX de lo que es el mensaje cristiano, que ella solía condensar en palabras como estas: "Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres".
Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por El y ardiendo con un único deseo: "Amar a los pobres es amar a Dios. El que no ama a los que sufren no puede ser llamado cristiano. Y nosotros somos ante todo seguidoras de Jesús".
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